miércoles, 30 de julio de 2014

CUENTO NAVIDEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO

A la camita temprano, como en la noche mágica de Reyes, a ver si nos dejan, no en los zapatos, sino en la cuenta corriente del banco, lo que nos deben.
En Reyes, los padres son los intermediarios para hacernos felices. En este nuestro cuento de navidad veraniega, nosotros les hemos adelantado a los padres el dinero para este nuestro 'regalo'.
No cabe en esta historia recibir carbón. Hemos trabajado todo un curso y además del dinero, hemos adelantado todo nuestro trabajo, que es lo que mejor sabemos hacer. Se, que soñar con que te traigan lo que es tuyo, es una estupidez; pues bien, dormiré esta noche como un estúpido, soñando que mañana podre despertaros con la buena nueva.
¡¡¡Felices sueños!!!, ...y cerrar los ojitos, que os veo.

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